Lo único que lo salvó de la puntilla del delete fue mi simpatía hacia esa anécdota de Pancho Villa, esas últimas palabras que él deseaba decir antes de morir y que fuesen colofón histórico de su figura, y en cambio, en el momento, nada le vino a la cabeza salvo suplicar al periodista que lo acompañaba en su agonía "NO ME DEJE MORIR ASÍ, ESCRIBA USTED QUE DIJE ALGO"
Pues eso me ha pasado a mí, no quería que SIE muriera sin más, quería que dijera algo que le hiciese justicia, y así, en estado de latencia ha llegado hasta este día, 8 abril, donde he decidido sacarlo del olvido y volver a escribir en él, sin pretensiones, como esa columna de opinión, sobre tele o sobre sucesos, sobre realidad o sobre invenciones.