
Si hay algún buen refrán es el de
allá donde fueres haz lo que vieres,
amigo turista o desubicado a secas, debes intentar integrarte medianamente en el ambiente en el que hayas de moverte de modo indefinido o temporal, mucho más que medianamente si va a ser requetedefinitivo (la palabra indefinido ha dejado de tener su significado formal desde que se popularizó su uso en la unión de vocablos "contrato indefinido")
El fenómeno de encontrarse desubicado suele ser pasajero, tras breves tomas de contacto con los autóctonos y sus costumbres gastronómicas o, mucho mejor, licoreras,uno se integra que es un no parar.
Pero, como todo es mejorable, vamos allá con ese par de consejos que no quieres y que no has pedido, pero, ah, de eso va
esta sección (ejem, a ver si empezamos a leer por el título):
1. Identificación de lugares: debes prestar atención cuando los lugareños se refieran a localizaciones limítrofes o lejanas pero populares y ello con el fin fundamental de no causar risas entre los oriundos cuando en tu camino integratorio formules tus preguntas sobre direcciones a seguir o rutas gastronómicas por visitar. Por ejemplo:
- Evitaremos añadir artículos que ellos no pronuncien... dícese del fenómeno que se produce en la ciudad de Murcia cuando todo visitante intenta llegar a "El Espinardo" y tú insistes en que pase la salida de "Espinardo", la diferencia, aunque sutil, es importante así como empeñarse en renombrar "El Puente de los Tocinos" "El Cabezo de las Torres" "El Llano de las Brujas" puede resultarte gramaticalmente más correcto pero nos vamos a reír igual.
- Evitaremos también la variación en el número de sílabas, debes fiarte más de los naturales del terreno que de tu oído y aprender que el hecho de que a ti "te suene mejor" no tiene utilidad práctica alguna. Más aún si en un alarde de integración concluyes introducir directamente el nombre en tu GPS hiper-cool pasando de preguntar ruta alguna. Este consejo habría imposibilitado que transcurridos varios años del suceso todavía los pobladores de cierto enclave serrano cuenten a los visitantes, como yo, la de aquél chavalín que aprendió que "Tarazona is not Tazona" cuando lo mandaron a por hielo a la gasolinera y tardó cinco horas en lugar de 30 minutos.
2. Fiestas populares. Estas pueden representar para tu integración, digamos, un momento "peliagudo", si no te gusta la palabra, pues llamémosle "crítico", si tampoco te gusta, pues deja de leer que para integrarse se necesita cierta flexibilidad que al parecer no tenemos hoy.
Debemos partir de que determinadas costumbres no presentan debate alguno: dícese de aquellas en las que se regalan cosas, juguetes, comida, cerveza, tomates, caramelos, paella para todo el vecindario, ajos chuscarrados a la brasa, morcillas ¿te ha entrado ya hambre? A mí sí. En fin, luego están las polémicas, que, además suelen ser de las que el pueblo está más orgulloso y dispuesto a explicárselo a quién haga falta y cómo haga falta... tal y como saben los reporteros de podría estar pasando. Dejando al margen esas fiestas tan televisivas y pasando a aguas más tranquilas, puede ocurrir que te encuentres en lugar cuyas calles reciben a reses bravas, menos bravas o mansas, a saber, con motivo de festividad anual que llena de júbilo a los presentes y convecinos. Pasos a seguir para un resultado de éxito razonable:
- Primero. Hazte con el vocabulario para pasar desapercibida, a pesar de tu preconcebida y largamente enraizada idea de que los toros o bichos con cuernos similares "embisten" esta palabra no se usa apenas por nuestra Sierra Segureña, sustitúyela mejor por las habituales: "MURCAR" cuando es una vaca, si es un toro será"EMPENTAR" cuando es contra objetos, y si es contra persona, mejor que no lo coja, pero si lo coge que dios lo pille confesao y con eso ya vamos bien. NI PITÓN NI EMPITONAR tienen nada que ver con serpientes. Los "MANSOS" ni son toros ni son vacas, te dicen que no hacen nada pero es mentira... son grandes y tienen cuernos, ergo, no estáis en igualdad de armas.
- Segundo. Procura adquirir un aparente actitud indiferente, es la que te garantiza el mayor éxito, esto es, no salgas a dar gritos a la plaza del pueblo en contra de los lugareños y todos sus muertos alzando una bandera de greenpeace pidiendo refuerzos para soltar a todos los gallos y gallinas de sus opresores corrales ni tampoco te creas el calvo de perilla que sale todos los telediarios en San Fermín y te pongas tus nike de cuando haces el paripé por el parque, te anudes la servilleta roja de la mantelería del bar al cuello y te propongas subir la cuesta esa que dicen tan peligrosa al compás del bicho con cuernos al que ves por primera vez en tu vida y no te han presentado, que cuando te pase por encima (en el mejor de los casos), pensarás que no parecía tan grande al lado de Cayetano Rivera en la foto del Hola.
- Tercero y último. Pasátelo bien que a eso has ido, disfruta el ambiente, échate unas risas, bebe barato, come bien y sobre todo, si el pueblo está empedrado y lleno de cuestas ¿qué haces con unos tacones de aguja de veinte centímetros? Eso NO es integración, ni siquiera es querer dar la nota, es querer un esguince de, mínimo, segundo grado.
Debería poner al final algo sobre mi experiencia personal, porque aunque os lo pueda parecer el post no es autobiográfico en absoluto, en mis vacaciones Segureñas siempre me he sentido ubicada... únicamente desearía que al gallo de las seis de la mañana viniese a buscarlo la muerte con su luz y su guadaña si es que eso se estila para los animales. Si no se estila cualquier otra manera de muerte y/o extinción me vale. Gracias.