¿Cómo no van a hacerte sentir mal?
Aquí va el segundo de mis post superficiales, soy consciente de que mis lectores masculinos nunca lo entenderán... pues esforzaos, leches.
La cosmética ayuda. Al parecer es una regla fundamental que toda chica de veintitantos debe saber, de forma que, si alguien te pregunta: ¿qué crema hidratante usas? y se te ocurre decir que ninguna... pues en ese momento, ese alguien (en mi caso mis hermanas que me llevan como poco 10 años) se horroriza y llevándose las manos a la cabeza te hace ver cómo el paso de cada hora del día, la polución, la luz del sol y demás agentes externos (desde ahora concebidos como enemigo número uno) son peligrosísimos para ti y cómo estás perdiendo el tiempo no luchando contra ellos con la sencilla fórmula magistral de la hidratación preventiva (desde ahora concebida como tu gran aliada) y que si no lo haces un día será demasiado tarde, lo que viene a suponer que de golpe un día te miras al espejo y ya no puedes hacer nada para arreglar un rostro poco más que moribundo.
Te pintan la situación de crisis de una manera que en un momentín memorizas una cantidad de vocabulario impresionante (líneas de expresión, idealish, refinish, liposomas... etc), aprendes lo importante que es la vitamina E y cómo no he podido vivir sin ella, la existencia de aceites no grasos ¿ein?, la diferencia entre un contorno de ojos efecto frío y un gel revitalizante para el contorno de ojos -bueno, he de confesar que esto aún no lo he entendido muy bien-, anotando un montón más de productos indispensables que debería tener y no tengo, estoy desactualizada, y lo que es peor, envejeciendo a pasos agigantados.... lo denotan unas líneas en mi rostro que yo no veía y una tersura perdida en la piel que alguna vez, al parecer, tuve... pero ellas amablemente me señalaron todas estas espantosas manifestaciones del paso del tiempo que mis propios ojos me habían tenido ocultas... traidores.
Con el miedo en el cuerpo por haber desperdiciado lo menos 3 años de prevención, corro a comprar una crema hidratante... porque aunque tenga esos kilos de más yo quiero la piel tersa esa que dicen que tuve. Bien, las dependientas de cosmética se rigen por las siguientes reglas de oro:
- Lo que tú buscas no es lo más apropiado para tu tipo de piel... siempre hay otro más caro que te vendrá mucho mejor.
- Además de lo que buscas necesitas otro producto que lo complemente.
- Si te ven indecisa lo mejor para convencerte es decirte que es justo la marca que ella misma utiliza... (sin percartarse de que si a pesar de los 3 kilos de maquillaje aplicado a la espátula con precisión alemana se le ve la piel reseca y unas patas de gallo enormes... pues justo esa va a ser la que yo no elija).
Como yo soy una chica sencilla me decanté por una marca normal, los dos productos que necesitaba (hubo que resumir la lista de tropecientos mil para ajustarla al presupuesto) de la misma marca... no vaya a ser que las mezcle y tengan oligoelementos enfrentados que hagan reacción o algo (el desconocimiento crea unos temores infundados muy creativos);
Por supuesto, la dependienta intentó convencerme de que la otra marca el triple de cara y anunciada por una actriz hollywoodiense, que se componía de tres pasos (tres botes distintos, vamos) y que es justo la que ella usaba... era muchísimo más adecuada para mi piel mixta (se ve que el tipo de piel te lo averigua ella ahí, a ojo de buen cubero, de un vistazo).
Yo me resistí con un arma infalible: esta es la que vengo usando de siempre y A MÍ me va muy bien (si, bien, mentí pero... dejó de dar la lata). Aunque eso no es, ni de lejos, lo peor que te puede decir una dependienta de cosmética... lo peor sin duda, es que te diga: pues, ahora, comprando ese producto y el otro de más allá viene de oferta una crema para la celulitis que te va a venir muy bien.... ¿¿¿¿¿cómo?????, ¿esto es su idea de tratar bien al cliente? ¿lo ha adivinado escaneando los vaqueros que llevo puestos?
Con ese cruel giro en la conversación tratan de hacerte ganar una nueva preocupación que no tenías hasta entonces, pero claro, yo tenía ya un overbooking de preocupaciones nuevas sobre la hidratación como para añadir más ... debí decirle algo en plan: pues yo creo que una faja así como la que tú llevas puesta me vendría mejor... ¿de qué marca es?
Pero una peca de educada en los momentos más inoportunos y la corrección te impide decir impertinencias a desconocidos, así que me contuve, la miré con odio a ella y a su nombre para asegurarme de no volver a darle otra comisión y punto.
PD.22/10/2007: Sigo sin entender la diferencia entre contorno de ojos efecto frío y un gel revitalizante para el contorno de ojos... porque... ¿el frío revitaliza no?