29/4/07

"Aki tól mundo sa sentao ande a kerío, tío" y otros lujos del cine en festivo


Llevo unas cuantas semanas yendo al cine los domingos por la tarde, es una nueva costumbre forzada, es cuando mi hermana y una amiga quedan para ir, si te apuntas, sales, y si no, no te apuntes y te quedas en casa amargándote con el Derecho Civil y la declaración de fallecimiento (que temas más bonitos para domingos por la tarde, oiga).
Es que ellas son personas con trabajos de esos normales, donde trabajas los laborables, los fines de semana los dedicas al ocio, te pagan a fin de mes e inviertes parte de ese dinero en pagar el cine más caro, por ser festivo... y si quiero ir al cine pues es lo que hay, aunque como experiencia queda años luz de lo que ha sido mi costumbre de siempre de ir con Rufus, lunes, martes o miércoles, al pase de las 9.30/10.00 PM y a poder ser, perderte detrás de una rubia en parkings de centros comerciales malditos donde sirven coca-cola de tamaño "normal" a escala Nacho Vidal (Rufus dixit).
Pues bien, obviando que soy opositora, el beneficio generado al mes equivale a cero, que no puedo sacar ventaja del carnet universitario por ser festivo, que siempre cogen el pase de las 7.30/8.00 con lo que pierdo gran parte de la tarde de estudio... obviando todo eso, lo que más me irrita de esta nueva costumbre, es que vayas donde vayas, está atestado de gente, de adolescentes principalmente, que emiten algo así como risas detrás de cada palabra, acho tío, er copón bendito, cagüendiole... con el negro ese te partes el culo y otras frases igual de desternillantes a la par que elegantes que cualquier cinéfilo envidiaría escuchar mientras estás en la cola (porque en los cines hay colas... se me había olvidado).
Pero... lo mejor, lo mejor de todo, es que la sala nunca está en silencio, no te puedes sentar cómodamente dejando todo lo que lleves en el asiento contiguo, porque probablemente esté ocupado, y además te vas a pasar toda la película intentando marcar el territorio con el codo en plan: este trozo es mío, forastero na na niiiaaa (música del oeste) y sin moverlo eh, aunque te lleves de premio una contractura cervical, porque como te descuides y te dé el capricho de usar el brazo para colocarte el jersey o beber agua, habrás sido despojado de tu territorio en "cero coma" (esto también lo utiliza mucho la gente en la cola y yo voy a ir adquiriendo expresiones juveniles para que no me llamen señora los quinceañeros en el autobús) y sin acción para defenderte de quien perturba en tu disfrute, porque aunque es la ley del oeste, no hay duelo al amanecer, como mucho miradas de reproche y respiraciones de mal humor.

Y repito, la gente no sabe ir al cine, la gente no se calla, por dios, consejo al aire:
  • Como mucho susurra las estupideces que se te ocurran al de al lado pero no lo digas en voz alta, no eres tan gracioso como tu churri La Yessi te hace creer, y, sobre todo, al resto de la sala no tienes que explicarle la película ya la entendemos solos: ése tío es el de antes/ ya han llegado donde han dicho que iban/ ahora le dirá que no/le ha enseñado las fotos ya verás como se pone eh?/qué guapo ha estao eso eh?/ésa no es la misma rubia, ésa hace de vecina/ ¿pero entonces ese es de los nazis malos? y un largo etcétera que he ido recopilando...
Y además, hay quien tiene mucha cara, muchísima, y lo que más jode de eso es que cuatro mocosos te tomen por tonta, intentando colarse, por ejemplo, y si les dices algo, malo y si no se lo dices, malo también, porque se ríen igual como si no pudiesen imaginar mayor triunfo en la vida... mucha cara, por ejemplo, también tenía la muchacha que sentada justo delante de mí, le espetó al educado muchacho que, entrada en mano, le había preguntado:

- Perdona, pero ¿podría ser que este asiento fuese el mío?
- EEEEHHHH NOOO TÍO, K AKÍ TOL MUNDO SA SENTAO ANDE A KERÍO, A MI NO ME DIGAS

¿Cómo? Juraría que el cartel Sesiones Numeradas siempre ha sido de lo más explícito y que si al comprar la entrada te preguntan dónde las quieres y te dan a elegir entre varias filas, fila 12 asiento 6, gracias, Fila 12, asiento 6 te vuelve a repetir el caballero trajeado que te la rompe... está claro que es numerada, pero es que también había quedado claro cuando se pasó la gente los primeros 10 minutos gritando de una punta a otra LA DOCEEE SEIS, PEPEEEE y cosas por el estilo, que hasta la muchachuela podía intuir que al bingo no jugaban... aún así, ella se quedó tan fresca, y en el fondo, es que le da más vergüenza al que que tiene que volver a decirle levántate y anda Jerónima, que a la susodicha.

Es más, la cara de apuro que ponía el pobre joven que me miraba como diciendo ¿pero es que nos hemos vuelto todos locos o qué? me estaba dando vergüenza a mí en plan toda la humanidad somos culpables de que estos especímenes cada vez proliferen más. Otro par más de intentos de hacerla entrar en razón y otro par más de exabruptos en plan ke me estás contando, tío necesitó el muchacho avergonzado para desalojarla y yo creo, que aún hoy, le debe parecer igual de increíble y absurda la situación.

11 comentarios:

  1. Odio los cines llenos de gente. odio a la gente que come palomitas y sorbe coca-cola. No hay cosa que más rabia me de. Sí, lo se, soy un bicho raro. Y por eso voy al cine los domingos por la mañana, cuando no hay ni moscas.
    Un besito!

    ResponderEliminar
  2. Anónimo0:13

    Hace siglos que no voy al cine, bueno no tanto, porque fui a ver una de Winnie de Pooh, (pero esa no cuenta). Ni siquiera sabía que las entradas ahora son numeradas....

    Me ha gustado mucho lo del "cero coma", no lo había oído nunca...

    ResponderEliminar
  3. Sabes que soy extremadamente discreto en mis explosiones de ira incontenible, y que prefiero dar mil pequeños lanzazos, a base de ironia, antes que dejarme llevar por el insulto fácil. Pero como ultimamente ando cabreado por casi todo, y hoy, esta noche, especialmente más cabreado que nunca pues me limitaré a decir lo único que me inspira el comportamiento de esa gente que hace que algo tan agradable como ir al cine se convierta en un suplicio: ¡¡cabrones!!

    ResponderEliminar
  4. Anónimo12:50

    Mis experiencias en el cine se pierden en la noche de los tiempos, cuando la gente todavía tenía educación y en el cine no hablaban ni los actores.
    No me cabe la menor duda de que el mundo choni es una maravilla, y con tu permiso te voy a plagiar la idea de hablar de él en mi espacio, que si no aquí el comentario va a ser demasiado largo. Te invito a ver "Chonilandia en el Romea", y también, por supuesto a cualquier "blogandante" distraido que por ahí quiera pasar.
    Besitos.

    ResponderEliminar
  5. Anónimo15:03

    Con ese atajo de garrulos asalvajados no se puede razonar.. ¿Que coño tenía el BUP que no tiene la ESO para que haya tanta diferencia entre una generación y otra?

    El regueton (o como pijo se escriba), el tuning y demás bazofia para las masas están haciendo estragos.
    ¡Ley reguladora ya!

    ResponderEliminar
  6. Yo creo que cuando se dice que el cine español es una porquería no se habla de las películas sino de ese tipo de público.

    ResponderEliminar
  7. IMOGEN: Qué afortunada, el cine para ti solita y a la luz del día... jeje

    MERCE: Ya sabes, añade el cero coma a tus vida diaria para bajar en años... en plan "y en cero coma ya me tocaba a mí en la ventanilla del banco" (bueno, esto creo que no lo vas a decir mucho)jeje.

    RUFUS: Son unos cabrones, y visto el cabreo que llevabas, lo que me extraña es que no los hayas llamado hijos de puta directamente.

    MAVERMO: Aquí no hay comentarios largos, siempre se puede optar al comentario del mes jeje por mis circunstancias personales, ha sido leer Chonilandia y ya me ha dado el ataque de risa, si es que... no puede ser, el Romea, ni más ni menos... dónde vamos a llegar, pensé que después de cruzar la Catedral accidentalmente en boda de Choni nueva rica lo había visto todo. Me ha encantado tu post (y creo que también me gustará el segundo... en cuanto mi conexion me permita acceder a tu superespacio live te lo digo ;)

    LA PERA, ENTERA: Lo primero, aquí se da la bienvenida, y se insta a volver. Después ya se comenta lo comentado... y es que has dado en el clavo, somos ya muchos los que pensamos que eso de la ESO algo ha tenido que ver (eso y la desaparición de Barrio Sésamo)

    MÁS CLARO, AGUA: Lo peor, es que antes sabías que con cierto tipo de películas estabas como salvaguardado... pero no, con esto de las multisalas, cuando no quedan entradas en una se meten a lo que sea, te toca un especimen en los alrededores y te dan ganas de liarte a guantazos por primera vez en tu vida, al grito de GILIPOLLAAAAAS CAAAALLATE


    A QUIEN PUEDA INTERESAR, SE HACE SABER QUE MI MÓDEM HA FALLECIDO (esto es su último estertor... lo digo para que seáis pacientes ;P)

    ResponderEliminar
  8. Anónimo10:55

    Contra la estupidez los propios dioses luchan en vano

    Si hay algo que al ser humano le gusta es el Status Quo, en una doble vertiente, en la que todo el mundo puede entender (el estado establecido, sobre todo si es un estado cómodo, en posición horizontal, vamos), y la de transformar el sentido originario de las cosas en derivaciones torticeras:

    -Qué... a ti te gusta el status quo, ¿¡eh!?...
    -No, me gusta más el grupo Supertramp...
    -¡¿Cómo?!
    -Sí, es más glamuroso.
    -¡¿Es que ya ni latín aprendemos en la ESO!? ¡Me refiero a que te gusta vaguear, coño. Levanta y coopera!


    Los efectos de la degeneración de todas las cosas me persiguen últimamente allá donde voy.

    Y eso que sólo soy un "locopositor", palabro que es una muestra clara de la Neolengua de George Orwell que viene al caso perfectamente, "manque" únicamente sea por las vivencias de mis últimos estertores en la Universidad de Deusto (ya ves, Sometimes, en este mayo, incluso los tauro estamos en crisis).

    Al locopositor que escribe no le basta con que, con el paulatino hundimiento en la oposición a Judicaturas, los amigos estén muy decididos de instar mi declaración de fallecimiento (y es que se creen que están legitimados y todo, oigan, a juzgar por las pullitas del tipo "Con Aitor no contéis, ya sabéis..." -como si tuviese la lepra o algo terminal).

    No sólo eso, sino que tengo que aguantar que el universo sea crispantemente coherente. Me explico.

    Después de tener que superar grandes decisiones impuestas por las grandes multinacionales, del tipo "¿Kas Naranja o Kas Limón? ¿Nueva Condomina o Thader? ¿Ser rubia o morena? ¿Etc o EtCétera?"

    Tras eso, tenemos los factores de presión externos.

    Dices: "Bueno, voy a ir al cine, solo, como los buenos cinéfilos, sin acompañante, pero es que algún capricho me tengo que dar" (esta última coletilla es para darse ánimos uno mismo al ver que el número de contactos en el móvil va descendiendo con el tiempo).

    Y continúas:

    "Joder, es que en este tiempo no sé qué ponerme. Va, todavía el aire acondicionado de los cines no está muy fuerte (iluso de mí), una camiseta de manga larga bastará"

    Siguiente escena en la que no sé cómo me veo envuelto: siguiendo a una rubia, con el cuerpo chorreando y dando vueltas tentando al juego de las sillas Las imágenes nos dejan con la imagen de la rubia alcohólica siendo per-seguida por Rufus per-se.

    Y en defecto de episodios de lluvia inesperada del pasado diciembre, vale mismamente la última escena de El Resplandor causada por el proceso de esterilización de las salas del cine a base de frío con el aire acondicionado (Jack Nicholson congelado -dejo el enlace a la parodia de los Simpons´, en un "guiño" a los lectores que sólo hayan cursado la ESO y desconozcan cremuras del cine de Kubrick).

    Lo que más me enerva es que sufro estas desventuras pese a que el cine cueste 6 unidades de moneda (más los puntos porcentuales que le dé la gana al señor Botín):

    ¡6 eurakos! No es ninguna moneda griega nueva, informo, ¡Que no 6 duros, como antaño!

    Con lo que ahora entiendo que hasta las cajas de ahorros intenten colarme una tarjeta de crédito sea como sea aquí en mi tierra

    ¡Si es que hasta el cine lo voy a tener que pagar con tarjetas, cheques, pagarés y el resto de efectos timbrados y activos financieros!

    -¿¡No has visto Los 300!? ¡Vete a verla al cine YA, por Dios!
    -No, es que estoy esperando a que salga el libro, que así me sale más barato...

    Y diréis: "¡Coño! Éste tiene la suerte de ir al cine y, como mucho congelarse o calarse, pero no se encuentra con especímenes subdesarrollados en esta realidad "subrrealista" (vocablo dedicado a las más de 50.000 páginas que recogen disidencias lingüísticas de este tipo)".

    Craso error.

    Si decía al principio que el Universo es crispantemente coherente es porque, pese a que acudo a horarios de cine como los de la compañera (de penas ;) ) Imogen, me encuentro con estos garrulines creciditos pero con camisas de 100 eurakos.

    La última fue ayer, en los ordenadores de la Universidad.

    Tenía yo que tomar medidas ante el aviso de los administradores del servidor donde tengo alojado el blog de que me iban a aplicar el recurrente artículo 129 del Código Penal como no modificase la carga que les está suponiendo el programa que gestiona el blog -TRADUCCIÓN: aligerar el Wordpress-

    Artículo 129 con el que sueño todas las noches, por cierto, que ya no sé si suena más fuerte la mítica frase "Te voy a meter un 34 de la Ley Hipotecaria que te vas a cagar!" o "Como pida al juez que te empapele la empresa con el 129 del Código Penal, lo vas a flipar"; dudas de locopositor.

    Y estaba yo reprogramando algunos aspectos concretos en maravilloso mundo del lenguaje PHP en uno de los ordenadores, cuando, al levantarme para ir al baño para quitarme una camiseta de manga larga que llevaba (necesaria en el mundo exterior, no en la granja/microclima/habitación de 150 ordenadores en la que estaba metido), y había dejado la carpeta, el reloj, el ordenador con mi sesión abierta, un montón de ventanas desplegadas en el territorio, faltándome unos Risketos esparcidos para hacer notar que algún ser humano o animal podría estar cerca de ese ordenador.

    Al volver, sin más, miro el ordenador y los universitarios que habían ocupado mi sitio (digo "LOS universitarios" con la misma saña que Rufus "¡Cabrones!", como diciendo "Las ratas se han comido mi queso") y pienso:

    -"Hostia, ya he vuelto a viajar en el tiempo, esta vez voy a tener que ir al médico"

    Pero no, mis cosas seguían allí (y esta vez no "precisamente allí, en la Biblioteca").

    Así que carraspeo, me acerco, pongo sonrisa amable (aunque ojos asesinos) y digo:

    -Con la venia, ¿este ordenador no estaba ocupado?

    Respuesta:

    -Ah, no sé, nosotros nos hemos sentado.

    ¡Esa gran respuesta quintaesencia del pensamiento cartesiano!

    ¡No pienso, luego me siento en el primer sitio que veo! ¡Ole!

    Y recuerdo las recientes palabras de mi sabia mentora:

    Me estaba dando vergüenza a mí en plan toda la humanidad somos culpables de que estos especímenes cada vez proliferen más: unos cuantos tanques, unas cuantas vasectomías (el inciso final es mío, lo reconozco).

    Y no me queda más remedio que resignarme: no están en el cine, peor aún, tengo el enemigo en casa.

    Es eso o es el Karma

    ResponderEliminar
  9. Hola sometimes,soy Mavermo han sido varios los errores que ha dado la página anterior para agregar comentarios, he decidido, por tanto, cambiarme a uno de estos blog. Te dejo la dirección, a ti y a todos los viandantes que por aquí porten distraidamente, por si quereis hacer alguna visita por allí y dejar algún comentario.

    ResponderEliminar
  10. Un buen esparadrapo en la boca necesita más de uno...De verdad...yo creo que en mi época había menos burros x metro cuadrado.

    ResponderEliminar
  11. Tengo todo el Kit de Ciber Vudú... no sé, lo digo por si te puede ser útil...

    ResponderEliminar