28/12/10

Hidratación. Esa asignatura pendiente.

Este verano os hice partícipes del arsenal de potingues que había ido acumulando para volver a mis orígenes de chica cosmo y nutrir mi piel a cascoporro [sí, lo dije aquí, sí].
Y os preguntaréis ¿Y qué tal?¿qué has estado haciendo?

CALCULANDO, he estado calculando, porque una vez aprovisionada de todos los botes, guantes, esponjas, limas básicas me di cuenta del hecho, apenas reseñable, de que el día tiene 24 miserables horas, y la mitad, venga, ponle ocho, te la pasas durmiendo, nos quedan 16 (no sé cómo no hice ciencias puras, la verdad) y yo entre: exfoliante, hidratante, antiestrías, reafirmante, anticelulítico y un largo etcétera tenía tal cantidad de botes que veía imposible salir con éxito de semejante misión.

Porque te metes a la ducha, te exfolias, por partes, todas las partes posibles y con todos los instrumentos que te has comprado, tras la leve tortura en codos y rodillas, te encuentras ya lisica, lisica, "Venga, a hidratarse" (que te autoanimes es importante), comienzas la hidratación, cuanto más difícil sea describir el olor más en contacto con la naturaleza te sientes, ejemplo huele a papaya deshidratada con toques de vainilla en rama y matices de nuez de macadamia, con un final suavemente cítrico de flor de azahar en Torreagüera, por poner un ejemplo.
En mi caso tengo uno que está en italiano pone "ambra" traducido significa "ámbar", de hecho reza lo siguiente:
"Suave caricia que envuelve todo el cuerpo con la cálida y mágica fragancia del ámbar"
Lo que desencadena la siguiente sucesión de pensamientos: 
¿Fragancia del ámbar?
¿ámbar?
¿eso no es una piedra?
¡¡¡Sí, es una piedra!!!
¿las piedras tienen fragancia?
¿a qué huelen las piedras?
Pues eso, me siento natural (porque lleva karité) y mineral (porque huele a piedra).

Si finiquitas la hidratación, y miras el resto de botes, surgen las primeras angustias ¿espero un tiempo de absorción? ¿me puedo ya restregar el anticelulitico en las zonas AARGH? ¿desencadenaré una reacción explosiva si son incompatibles?
Pongamos que esperas a que se absorba, te echas el otro bote, todo acompañado de su suave masaje preceptivo, ya vas notando la mano algo cansada, pero todavía te queda una hilera de botes. Y en bolas. Esperando a que se absorba el asunto. Además si estás autobronceándote aquello coge proporciones de estado de alarma (qué de moda se ha puesto, pues no es para tanto dirá el estado de sitio) porque todo aquello que roces quedará impregnado... y le saldrá un bonito roal anaranjado amarillento del que te darás cuenta demasiado tarde.

Total, que te juntas con X horas que puedes dedicar a estar cual ninfa aislada echándote cremas y una calculadora científica para ir dividiendo entre el número de botes y el tiempo que preves gastar en aplicación y absorción, récord para el gel de alivio de piernas cansadas que me pone 20 minutos de suave masaje ascendente, y que plenamente consigue su objetivo, que te olvides de lo cansadas que tienes las piernas porque no te sientes los brazos.

Yo no sé si todas las novatas se agobian como yo o es cosa mía que estoy sola y perdida en el universo de la hidratación.
Y eso que yo pensaba ponerme estas Navidades, que tengo más tiempo, a seguir todos los pasos para que los sabios consejos de la Elle o qualsiasi no cayesen en saco roto, pero, me he topado con un enemigo implacable:

Hace FRÍO.

3 comentarios:

  1. Un consejo para el frío: justo después de la ducha y antes de secarte, aceite corporal y punto. Nada más, salvo las cremas faciales.

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  2. El frío tiene un efecto maravilloso para tersar la piel. No es caro, tú piensa en lo que te estás llevando.

    Mi consejo es que cada día se lo dediques a un bote concreto, dos botes, a lo sumo y que te hagas un estricto planning de hidratación que cumplas a rajatabla y que te permita llevar 40 hidrataciones a la semana en 3 meses, que es el secreto para estar hidratada.

    Pero no hagas trampas y te pongas a beber agua.

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  3. ¡FELIZ AÑO, SIE! Un abrazo desde WK.

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