31/10/05

¿Qué talla usas?


Tras mi incursión en el mundo de la cosmética, voy a adentrarme en otro universo paralelo al nuestro: la moda, o más concretamente, las tiendas de ropa, con esto voy a intentar dar mi particular explicación a esa frase -que odio con todo cariño- que suelen decir los chicos, intentando aparentar un grado de conocimiento comparativo amplio de las diferencias entre chicos y chicas, mostrándome el camino a seguir que hasta ahora me había sido ocultado, esta generosa revelación vendría a resumirse así: "es que yo llego a una tienda, pido lo que quiero y la talla, si me gusta lo compro y punto... pero no doy vueltas".

Comencemos con el vocabulario básico que se necesita para entender los catálogos, las secciones en que se distribuyen las tiendas y, por supuesto, el lenguaje que utilizan las inditexpendientas, que como deberíais saber ya, no son dependientas cualquiera, sino que han recibido el correspondiente curso de adiestramiento para doblar ropa, ser amable con el cliente y, a la misma vez, y por el mismo sueldo, sacarle de sus casillas para que, en un ataque de desesperación, acabe llevándose lo que tenga en ese momento en las manos con tal de acabar la conversación con la inditexpendienta... ah, y devolver el cambio mirándote a los ojos, directamente en la mano, sonrisa y gracias.
Las secciones suelen estar divididas por estilos, fundamentalmente: night, sport, casual (no, estos dos últimos no son lo mismo), intimy y basic... cada temporada (señalada por el imprescindible sufijo -collection, véase: spring/winter/autumm/summer_collection) trae consigo nuevos "estilos" de los que hay que hacerse eco obligatoriamente, y entonces, a esas secciones hay que añadirles subdivisiones en tendencias, por ejemplo: punk (esto es ropa oscura, con algún deshilachado y un par de chapas), funk (tendencia en sus últimos coletazos porque cada vez se encuentra menos en las etiquetas, las reminiscencias: pata de elefante ¿? y brillos) , folk o también conocido como irish -así os haceis mejor idea, no?-, neohippy (esto está clarito), britain (todo lleno de cuadros rojos y verdes en plan uniforme escolar y camisetas horteras... será por eso la referencia a Inglaterra jaja), country (esto son remiendos -patchwork- con florecitas y faldas en plan "Casa de la Pradera")...
Todo esto parecería una ostentación gratuita mía fuera de todo interés, si no fuese porque, al ir a comprar una falda vaquera y tener la osadía de preguntar a una inditexpendienta, normalmente se recibe una frase como ésta: "Ah, si, ¿querías una entera vaquera en plan neohippy o con algún adorno folk o punk?... aunque hay unas contry muy bien de precio ahora que son súper in y quedan ideal -sí, no sólo Tamara Falcó dice esto- y... bueno también en más mini britain total pero... si no te gustan la hebillas no". Si una no va preparada porque no se ha estudiado la lección pues, corre el riesgo de quedar como una idiota y preguntar: ¿cómo? pues...una falda vaquera azul.... o hacer que lo entiendes, afirmando con seguridad: uy, no hebillas no.
Y también mi tercera opción, que tiene un fondo de... te has pasao de lista guapa... y que se manifiesta en un preciso: ¿me las enseñaría, por favor?, vale, es un poco putada, sólo lo hago en casos extremos, cuando definitivamente el tono de su voz indica una predisposición a reirse de mí. Si alguien hartito de inditexpendientas se anima a utilizarla, recordadla bien, no vale un ¿me dices dónde están? ¿Dónde las encuentro?... porque esto significa que tendrás que ir tú solita y encima con indicaciones encriptadas en plan: pues al fondo junto a lo denim, y las otras en la zona más juvenil ¿?, y también a la derecha de las pantalones elegance tiene que quedar alguna, ah, y al entrar has tenido que verlas, unas monísimas en la sección fashion.... Este es el momento en el que aprenderás que todas esas zonas sólo las ve diferentes una inditexpendienta, no hay cartelitos que lo indiquen y desde luego, lo que ellas llaman pantalones elegance no tiene ninguna probablidad de equipararse a tu significado de elegante.

Dentro de cada sección y subdivisión correspondiente, se aglutinan también según colores, pero ciertas prendas, como las que he llamado antes "basic", es decir, las ponibles, no tienen sección propia, lo que supone que si yo quiero una camiseta de manga larga verde, normal, pues estará distribuida en varios sitios, en cada sección donde haya algo verde que sea tendencia con lo que pueda combinar, así que, como al principio de la tienda suele estar lo blanco y lo negro, pues lo que años de experiencia te dicen es que debes agarrar la primera camiseta que se ajuste en forma y material a lo que tú quieres y buscar una inditexpendienta con cara de lista, si esto es muy díficil, pues basta una con cara de amable (las que han empezado el turno hace poco, vamos) y abordarla con la pregunta mágica ¿ésto lo tienen en verde?... Hay que mantenerse firme, ellas intentarán distraerte soltando una retahíla enorme de colores... da igual que tú preguntes uno y que pueda responder sí o no, vienen programadas para decirte toooooodos los colores, algunos brillantemente camuflados: vino, tierra, caramelo, calabaza, manzana, berenjena, pavo (azul pavo creo haber descifrado que es), marengo, esmeralda.... ahá, este tiene que ser el verde -pienso ilusionada-, entonces preguntas por la zona esmeralda jajaja y puede que haya suerte y sea verde... y puede que no, que ese esmeralda sea de un azul que tira p'atrás y que el verde que tú buscas sea manzana, pues vuelta a empezar.

Pero, el momento que más dolores de cabeza me da, es, sin duda alguna, comprar unos pantalones. Hace unos años había ciertas dificultades de un establecimiento a otro, por eso siempre tenías que probarte dos tallas, porque se entendía que dependía del fabricante... bien, ahora, lo que antes era dificultad, se ha convertido en una gran complejidad, que te va a costar como mínimo probarte tres o cuatro y realizar otras tantas preguntas indagatorias a las inditexpendientas, y digo yo, si el puto grupo inditex es el mismo, ¿por qué no puedo tener la misma talla en massimo dutti que en zara, o en bershka o como se escriba, o en pull&bear, o en cualquier otro local comercial del imperio del Sr. Amancio?. Bueno, podría dejar pasar esto, pero, hace unas semanas viví una escena absolutamente absurda, de esas que empiezo a creer que sólo me pasan a mí, o, como segunda versión, nadie se percata de las estúpidas e ilógicas situaciones que tenemos que soportar.
Bien, ya comenté mi decisión de comprarme unos vaqueros nuevos para no pensar cada minuto que los llevara puestos que el hecho de sentirlos más estrechos no dependía del suavizante sino de mí, pues tras la laboriosa búsqueda de unos vaqueros sin tachuelas, bordados de rosas y otros especímenes florales e incluso animales, lentejuelas, pequeñas cuentas de colorines, etc. etc. y averiguar exactamente qué tipo de pantalón quería: talle bajo, alto, medio, rectos, sin forma (perdón, anti-form queda más in), con forma, con campana, sin ella, semi-acampanados, anchos por todo, anchos de muslos, estrechos por todo, estrechos por zonas, con las costuras tal o cual, y un sinfín más de modelos, encontré en uno de las sucursales inditex unos bastante apropiados, cogí las 700 tallas necesarias para probarme hasta encontrar la mía, y una vez identificada me dirigí a una inditexpendienta, manifestándole mi desdicha por encontrarlos sólo en gris y dispuesta a que me ilustrara con los conocimientos propios de su oficio para conseguirlos en azul. Pareció entenderme a la primera (tenía que haber sospechado), y tras su último gesto de asentimiento preguntó: ¿Qué talla usas?, yo con presteza y agilidad examiné la cintura de los que sostenía en la mano y resolví confiada: Estos son una 40
- Voy a buscarte una 44
-Eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeehhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, no no, una 40, estos QUE ME ACABO DE PROBAR son una 40
- Pero necesitarás una 44
- ¿Qué? ¿Cuando la necesitaré? ¿Dentro de unos meses, unos años? bien, entonces se la pediré... mientras pensaba que me había tocado la sorda o la gilipollas directamente, educadamente insistí: pero es que estos en gris son una 40 y yo quiero exactamente los mismos en azul, será una 40, no?
-No, una 44
-Definitivamente, algo estaba yo entendiendo mal, y la inditexpendienta que velozmente se dirigía a la zona denim no quería explicármelo... yo, dejé atrás mis sentimientos de ultraje y humillación iniciales sostenidos en la creencia de que me aumentaba -fría y cruelmente- dos tallas más así porque sí, y le pregunté intrigada: ¿por qué no? ¿por qué la 44?
Y ella, en un ataque de cortesía repentina, me desveló el misterio, tornando mi sentimiento de humillación en una desconcertante ira: es que dependiendo del color, aunque sea el mismo modelo, esta vez (fijense vd. en la nota temporal) cambian las tallas, la correspondencia entre gris y azul, son al menos dos.

Yo me quedé estupefacta, este choteo tan descarado tendrá algún fin o simplemente que pases el mayor tiempo posible dentro de la tienda probándote miles de prendas... aunque sólo puedes pasar 6 (que los matemáticos saquen la probabilidad de x prendas tomadas de 6 en 6... ¿cuántos viajes tengo que dar?), ¿tendrá también el Sr. Amancio una empresa de productos light? No sé, a mí me quedó decir, como diría mi abuela: ¡¡¡Habráse visto!!!

9 comentarios:

  1. Quizá no sea la mejor hora para andar escribiendo, pero es la habitual para mi así que aprovecho. Esta claro que ser mujer y comprar ropa es una mezcla muy peligrosa, algo que yo no sabia hasta que comencé a acompañar amigas mías a que se compraran ropa. Es una autentica aventura, y no me refiero a que los huecos para pasar entre estanterías siempre me vengan algo justitos, no, sino a que es todo un mundo de tallas y modelos, que nunca coinciden. Tal y como dices, dependiendo de prenda, marca, color y la madre que lo parió, la talla puede variar muchísimo y mi limitada mente masculina hace tabla rasa y ha llegado a la conclusión de que vuestra mejor guía es probaros cosas sin fin. Luego esas dependientas que cuando les hablas es como si escucharan hablar al aire, cual Heidis colocadas escuchando cantar a los árboles. Sinceramente, que sobre una tortura semejante don Amancio Ortega haya construido un imperio (sus acciones llevan dos o tres días bajando BUA-JA-JA-JA) es propio únicamente de un país como el nuestro. Yo voy a dejar a un margen el que los seguratas siempre me miren como si fuera a robar en la sección de ropa interior, y quisiera remarcar que el máximo tiempo que le he dedicado a comprar ropa fue para adquirir dos vaqueros en unos grandes almacenes. Sin embargo comparto que lo de comprar ropa puede ser una autentica carrera de obstáculos, y eso que yo en rebajas no piso ninguna tienda por si pierdo un brazo. En realidad debe ser un estudio social: ¿cuánto tiempo hay que marear al cliente antes de que asesine cruelmente a la dependienta?

    PD: ¿Para cuando un post sobre zapatos? Sobre todo esa manía de ir con una idea prefijada en la cabeza esperando que exista en algún lugar, cuando lo mas razonable es buscar entre lo que hay lo que mas te guste.

    ¡¡PAZ!!

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  2. Anónimo13:46

    Mmmm... para alguien de naturaleza soberanamente indecisa, supone toda una crisis de identidad ir a unos grandes almacenes y querer comprar algo, en gran medida por este microcosmos que lo componen el gremio de dependientas frustradas vitalmente. Conclusión: sólo voy cuando es realmente necesario y se hace ineludible renovar alguna pieza de vestuario. Así vivo más feliz.
    Qué manera de escacearme del tema, eh? En realidad he desarrollado la virtud de dejarme sorprender a mi mismo y comprar algo cuando me parece que me gusta y que podría venirme bien (debido a mi tallaje propio de big foots y abobinables hombres de las nieves en general).
    En el caso de que sea inevitable acudir a una lobotomizada/o dependienta/e, sí, también existe en versión masculina, (atención, aqui viene mi gran secreto), lo que hago es recitar mi mantra "Soy un junco que se mece con el viento". Una vez pronunciado, dejas de ser una dura roca en mitad de la tortuosa corriente del río, tu mente se hace ligera y flotas en un espacio-tiempo diferente, vislumbras el tao de la perfección... y consigues decirte que quien más sabe sobre esos complicados algoritmos de tallas, modelos y marcas es la persona que creías descerebrada ante ti.
    Si logras esto, es posible que consigas salir de la tienda, reducto del infierno en la tierra, sin un principio de úlcera ni infarto cerebral y además te lleves algo de lo que fuiste a buscar.

    Salud

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  3. Yo de mayor quiero ser... dependientadelcorteinglés!!! jajaja
    No te ofusques hay misterios en la vida que es mejor no desentrañar.

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  4. HYDE: Afortunado eres pues, caballero, si el máximo tiempo que dedicaste a comprar ropa fueron esos vaqueros... que si mi memoria no me falla fue bastante breve, por tu parte, ya que fui yo la que se recorrió gran parte de ellos buceando entre todos los modelos... jajaja. En cuanto a los zapatos, no habrá post de zapatos, mi única idea prefijada cuando salgo de casa suele ser el precio, y mi mayor inconveniente es quedarme sólo unos jaja, pero de todas formas, no creo que esa expresión de "lo razonable" tuya sea parecida a la mía jaja. Ciao.

    HUMBERTOQUINHO: Por esta vez voy a pasar lo de naturaleza indecisa aunque no esté de acuerdo ;), intentaré aplicar lo del junco, pero veo probable que me tomen por una loca de remate y ni una sóla de las inditexpendientas quiera ayudarme, como mucho el segurata de la puerta pueda hacer algo por mí jaja. Ciao cuore

    MISS KUBELIK: Te informo que está cotizadísmo esto de ser dependienta del corte inglés, uy, eso sí, una vez logrado ya no se te denomina dependienta, más de una colega de facultad conozco que se hace llamar "promotora de ventas" jajaja.
    Lo del misterio me llama, tengo a mini Miss Marple dentro de mí, no puedo resistirme a la tentación de preguntar lo que no debo jeje. Ciao

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  5. por qué no hay posibilidad de dejar comentario en el poema de arriba? tan lindo texto, tan cálido, tan honesto, tan entregado a la duda, a la luz diaria

    qué imagen está de pensarte en el conflicto de las tallas luego de escribir poemas, sweet es la palabra que busco

    por cierto, desde hace un tiempo estás de link en mi blog y quisiera saber cómo te gustaría que te pusiera de nombre, te tengo como "sometimes" pero tal vez sería mejor otra cosa, en una de esas hasta me entero de cuál es tu nombre

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  6. Gracias Alberto, como te dejé en tú blog, Sometimes... está bien, si tú quieres hacer alguna corrección al nombre que he puesto en el tuyo, adelante, en cuanto a lo del poema, gracias por lo que dices, es verdaderamente bonito, y más viniendo de alguien que escribe cosas como las que he leído... He de reconocer que he recibido presiones por no permitir comentarios, pero se trataba de papeles viejos como dice el título, de esas cosas que escribes para no ser vistas, y en un impulso la publiqué... y ya se me hacía raro verla ahí, así que pensé que más raro sería que la gente lo comentase, y concluí que era bastante con sacarlo a la luz...críticas negativas hubieran sido terribles, pero bueno, ya me he acostumbrado a verlo ahí asi que... he cedido.

    PD. Eso de sweet me ha gustado jaja hay que conocerme mucho para verme dulce... no suelo dar esa primera impresión jaja.

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  7. Hola Sie:
    Tiempo sin escribir ni leer. Yo soy de los que entran, compran y salen. Pero hace seis meses me quedé sin vaqueros (los parches del todo a 100 están bien para bajar la basura pero no para según qué sitios) y anduve buscando vaqueros azul marino sin pata de campana, sin rotos, sin desgastados, sin lavados a la piedra y sin nada. Unos vaqueros. No es difícil de entender pero sí difícil de conseguir salvo que te vayas a E.C.I. y pagues 5.000 pelas adicionales de impuesto revolucionario que a la vista del tiempo que perdí, me hubiera compensado. Cuando finalmente los encontré, no sin antes probarme unos cuantos (ya de pata normal, ni pitillo ni campana, te encuentras con que los talles no coinciden de un par al que está justo debajo) Aguanté como un jabato el olor a pies de los probadores y seguí probándome hasta salir con tres pares. De aquí a un par de años, no me pillan otra vez. A saber si para entonces habrá que comprarlos por ebay y de segunda mano.

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  8. Anónimo14:02

    La paciencia sin embargo es una de mis virtudes..., antes me tiraba horas mirando pantalones vaqueros, eligiendo el modelo que me gustaba y cogiendo tres o cuatro tallas diferentes para probarme. Ante esto solo recibía un "no puede pasar tantas prendas al probador". Por lo que opté por tener menos paciencia e ir directamente a la dependienta, enseñarle el modelo o modelos que me gustan y que sea ella la que se encargue de llevarme las tallas al probador. Eso sí, se sufre el riesgo de que te abran te pillen en bragas y que todo el "vecindario" se entere de si vas con tangas, si tienes celulitis o dios sabe que...
    Besitos.

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  9. Jijijiji, eres buenísima Sometimes.

    Un abracete.

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